Un estilo de vida consciente
Pensar en un “estilo de vida consciente” me lleva inmediatamente a reflexionar un poco sobre lo que eso realmente significa. Por eso quise escribir este corto texto, y mi intención no es escudriñar en el complejo significado de las palabras, sino escribir mi sentir y mi percepción.
Para mí, un estilo de vida consciente, es un reto que involucra pensar, sentir y actuar con conocimiento pleno de nuestros actos en el día a día, identificando cuáles son sus repercusiones. Este reto nos exige el pleno uso de nuestros sentidos porque, los sentidos, son una herramienta poderosa que tenemos como seres para percibir e interactuar con nuestro entorno. Considero que llevar un estilo de vida consciente nos permite vivir intensamente, percibiendo cada instante que pasa y aprovechando todas las relaciones en las que nos involucramos con mucho respeto.
Un estilo de vida consciente se ve reflejado en nuestro cuidado corporal cuando nos reconocemos como seres únicos, los cuales habitamos un cuerpo hermoso que debemos cuidar. Cuando sabemos qué alimentos consumimos y encontramos el balance que nos conviene. Cuando nos interesamos por lo que usamos, por sus componentes y por lo que estos pueden generar en nuestros cuerpos. Cuando reconocemos los procesos naturales de nuestro cuerpo y le permitimos que los haga por salud. Cuando al comprar productos para cuidar nuestro cuerpo, no sólo nos cuestionamos sobre el efecto que ese producto tendrá sobre nuestro cuerpo, sino que al menos reflexionamos sobre el impacto ambiental y social que pudo generar la fabricación de ese producto y su desecho.
Pero, ese estilo de vida consciente también se verá reflejado en todas nuestras rutinas, en nuestras prácticas deportivas, en nuestros viajes, en nuestra comunidad, en nuestras fiestas y en todo lo que involucre una interacción con nuestro entorno. Si al menos de vez en cuando, activamos nuestro “estilo de vida consciente” y ojalá cada vez con mayor frecuencia, tendremos pronto en la tierra más seres que interactúan de forma respetuosa, agradecidos por tener el regalo del entorno en el que vivimos ahora.
Isabel Cristina Ceballos Rojas.